Por el Licenciado Raúl Ochoa y Gómez – Economista
El contexto de inestabilidad mundial, sumado a la depreciación del dólar en Estados Unidos y a la caída en las cotizaciones de los dólares paralelos que se operan en Argentina, hicieron que se vuelvan más atractivas algunas opciones de inversión en pesos.
Sin embargo, la inflación argentina complica todo tipo de análisis y proyecciones. Solo en el primer trimestre de 2022 los pesos ya perdieron un 15% de su poder adquisitivo y en el corto plazo, no parece que el escenario vaya a mejorar mucho. Es decir, todavía hay inflación reprimida en el sistema debido a los controles de cambios, controles de precios, controles de exportación e importación y tarifas públicas que se mantienen en valores muy atrasados.
Para generar una mejor perspectiva, Argentina debe mostrar e implementar un plan de consolidación fiscal y monetaria a mediano plazo, fuerte y creíble. De tal manera que permita dotar de cierta previsibilidad a todos sus agentes económicos.
Pero… ¿Qué hacemos hasta entonces? En este marco, la mejor opción es buscar una inversión segura, de gran liquidez y que además nos permita obtener retornos mayores a la inflación esperada.
Entonces, ¿Cuáles son las herramientas que nos ofrece el mercado para cumplir ese objetivo? Entre los instrumentos de fácil acceso y mejor ratio riesgo/beneficio, podemos encontrar 3: bonos soberanos, plazos fijos UVA y distintos fondos comunes de inversión.
- Plazos Fijo UVA: Una alternativa conservadora, pero con buenos retornos. En este caso, la más conocidas de las inversiones bancarias, se caracteriza por un ajuste del capital basado en las Unidades de Valor Adquisitivo, las cuales se obtienen en base a la inflación y son publicadas mensualmente por el Banco Central. El plazo mínimo es de 90 días, pero son pre-cancelables si se paga una penalización.
- Fondos Comunes de Inversión: Si bien el nombre puede referirnos a una inversión grande o complicada, la realidad es que se pueden invertir desde $ 10.000 y la mayoría de los bancos ofrecen esta posibilidad para sus clientes. En general, no exigen tiempo mínimo de permanencia y a diferencia de los plazos fijos, permiten liquidarlos y hacerse de efectivo en 48 hs.
- Bonos y Letras: Dentro de esta categoría, los que ajustan a través del CER (un coeficiente que se calcula estimando la inflación minorista) son la mejor opción. Por otro lado, las LELIQ, con una tasa efectiva anual, recientemente ajustada al 58.7% anual, no son una mala opción, si suponemos que la tormenta ya pasó y la tendencia alcista en los precios disminuirá (por lo menos parcialmente) a partir de mayo.
En un contexto de tanta incertidumbre como el actual, es fundamental interiorizarse en las distintas opciones disponibles, antes de tomar una decisión de inversión (por pequeña que sea). En este sentido, además de la rentabilidad esperada, es importante conocer la composición y duración promedio de nuestra cartera, las cuales pueden ir desde un mes a dos años.
Teniendo en cuenta el perfil del inversor, se pueden adquirir distintas posiciones. Por ejemplo, para un perfil más conservador, se sugiere una posición en bonos ajustados por CER, en la cual podemos estimar fácilmente nuestra ganancia real. Para los moderados o arriesgados (que obviamente buscan mayores retornos), se puede apostar por opciones en algunos de los múltiples fondos comunes de inversión que existen y para los cuales la posición no suele ser menor a un año.
En este marco y considerando un dólar libre que continúe relativamente estable y tasas de interés en pesos al alza, se abre la posibilidad de realizar un carry trade (bicicleta financiera), pero también corremos el riesgo de que una fuerte y repentina alza del dólar se lleve todas nuestras ganancias. Para resguardarnos de este posible escenario, debemos tener parte de nuestra cartera en activos líquidos, de manera que cuando el dólar empiece un espiral ascendente, podamos mover nuestra posición en pesos a dólares, de manera rápida.
Por otro lado, los continuos conflictos políticos y sociales suman un factor de tensión a la incertidumbre global, sugiriendo mayores beneficios para una estrategia de inversión conservadora.
Podemos decir que sea cual sea nuestro perfil inversor, todas las opciones descriptas -y muchas más- son mejores que quedarse en papel moneda. Además, entrar en un ambiente de inversiones, siempre nos motiva, ampliando nuestros conocimientos, experiencia y visión de negocios.
Finalmente, como dijo Benjamin Franklin “Si quieres ser rico, no aprendas solamente cómo se gana, sino también cómo se invierte”.

Felicito a Raúl Ochoa y Gómez por sus artículos de alto contenido profesional y que han orientado con claridad a nuestros asociados. Aldo Regali. Pte. del CRAP